«El misterio de la muerte y el temor a lo desconocido, han dado lugar a innumerables cuentos y leyendas acerca de los seres extraordinarios que habitan el mundo impreciso de lo que no esta aquí. Cuentan quienes los han visto que estos espíritus aparecen a veces en el reino de los vivos para indicar algo, para vengar ofensas, para castigar o para exigir que se le devuelva lo robado. Se presentan siempre al caer la noche, en parajes solitarios o en casas abandonadas. Siempre hay señales que los anuncian: Un golpe de viento, el canto de algún pájaro nocturno, el crepitar del fuego, unas pisadas. Algunos no pretenden hacer daño, pero también hay entre ellos espíritus malignos, al asecho de sus victimas… La señal de la cruz, el agua o el canto de los gallos, hacen desaparecer a estos espíritus de la muerte y de la noche…»